En el segundo debate presidencial, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se enfrascaron en una serie de ataques mutuos, mientras que Jorge Álvarez Máynez optó por centrarse en la presentación de propuestas concretas. Temas como narcogobierno, corrupción y gestión de recursos públicos marcaron el intercambio entre las dos candidatas que buscan ser la primera presidenta de México.
A tan solo 35 días de la jornada electoral por la Presidencia de la República, los abanderados de las coaliciones “Sigamos Haciendo Historia”, “Fuerza y Corazón por México” y de Movimiento Ciudadano se enfrentaron por segunda vez en un debate que abordó temas cruciales para el futuro del país, tales como el crecimiento económico, el empleo, la infraestructura y el cambio climático.
Desde el inicio del debate, los ataques entre los candidatos fueron evidentes. Xóchitl Gálvez acusó a Morena de ser un “narcogobierno” y presentó diversos señalamientos de corrupción contra Claudia Sheinbaum. Esta última, por su parte, reveló presuntos contratos ilegales de empresas vinculadas a Gálvez, desencadenando un intenso intercambio de acusaciones.
A diferencia del primer debate, en esta ocasión los candidatos respondieron a preguntas enviadas por ciudadanos de las 32 entidades del país, lo que permitió un mayor enfoque en las propuestas y los posicionamientos sobre los temas abordados.
Uno de los temas más debatidos fue la reciente modificación al sistema de afores, donde Xóchitl Gálvez acusó al gobierno actual de quitar recursos a programas sociales y endeudar al país. Claudia Sheinbaum, por su parte, explicó que la ley aprobada busca remediar las deficiencias dejadas por reformas anteriores.
Además, se abordaron temas como la escasez de agua, las propuestas fiscales y energéticas, y las acusaciones sobre la gestión de propiedades por parte de los candidatos.