La noche pasada, el planeta fue testigo de una espectacular exhibición de auroras boreales, desencadenada por la tormenta solar más intensa registrada en las últimas dos décadas. Este fenómeno fue visible en México y otras partes del mundo, causando asombro y asombro entre observadores y expertos por igual.
En ciudades como Zacatecas y Sinaloa, así como en otras regiones del país, las auroras boreales pintaron el cielo con tonos vibrantes y magníficos, dejando a los espectadores maravillados. Las redes sociales se llenaron de imágenes capturadas por entusiastas y profesionales de la fotografía, compartiendo la belleza única de este evento celestial.
Incluso regiones no tradicionales para la observación de auroras, como la costa de Yucatán, fueron sorprendidas por este espectáculo natural. Usuarios emocionados compartieron sus experiencias y fotografías, destacando la extraordinaria oportunidad de presenciar este fenómeno desde lugares inesperados.
La tormenta geomagnética, clasificada como “extrema” por la NOAA, continuó aumentando en intensidad, con posibles amenazas a satélites y redes eléctricas durante el fin de semana. Esta fue la primera tormenta de tal magnitud desde octubre de 2003, que provocó apagones en Suecia y daños en la infraestructura energética de Sudáfrica.
El Servicio de Clima Espacial México (SCIESMEX) de la UNAM también emitió alertas sobre los efectos de las tormentas solares en el campo magnético terrestre. Se prevén perturbaciones globales que podrían afectar satélites, comunicaciones y sistemas de energía eléctrica en los próximos días.
Aunque estos eventos pueden representar desafíos tecnológicos y de infraestructura, también nos recuerdan la belleza y fragilidad de nuestro planeta y su relación con el cosmos.