La Fiscalía de Guanajuato ha confirmado la identificación de los restos de Javier Modesto, el niño indígena de tres años desaparecido desde el 15 de mayo en León. Según la hipótesis manejada por la dependencia, el pequeño habría sido atropellado mientras acompañaba a sus padres en un campo agrícola en el municipio de La Romita, falleciendo a causa de las heridas.
El día de su desaparición, Javier se encontraba cerca del campo donde trabajaban sus padres, Anselmo Modesto y Maura Moreno, jornaleros de la región de La Montaña del Estado de Guerrero. La familia, perteneciente a la comunidad Ñuu Savi, notificó su desaparición a las autoridades, sin embargo, la búsqueda no comenzó de inmediato. Fue un grupo de jornaleros voluntarios quien inició la búsqueda del niño.
Tras días de búsqueda, la Fiscalía anunció el hallazgo de restos humanos en una zona cercana al lugar de la desaparición. Tras realizar los análisis pertinentes, se confirmó la identidad de Javier. El caso ha generado conmoción en el Estado de Guanajuato y ha puesto de manifiesto las duras condiciones de vida de los jornaleros agrícolas en México.
Mayo Meza Trejo, directora del Centro de Desarrollo Indígena Loyola, ha señalado que la desaparición de Javier no es un hecho aislado, sino que refleja las difíciles condiciones en las que viven estas familias, quienes trabajan largas jornadas sin descanso y llevan a sus hijos a las labores agrícolas, sin acceso a actividades escolares. La situación ha llamado la atención tanto a nivel nacional como internacional, con la ONU exigiendo una búsqueda efectiva del niño.
El caso de Javier Modesto destaca la urgencia de abordar las condiciones laborales y sociales de los jornaleros agrícolas en México, subrayando la importancia de proteger los derechos humanos de estas comunidades vulnerables.