El magnate Jean Succar Kuri, nacido en el Líbano y nacionalizado mexicano, falleció a los 79 años en una clínica particular en Cancún, Quintana Roo, tras sufrir complicaciones cardiacas. Succar Kuri se encontraba cumpliendo una condena por delitos graves como pornografía infantil y corrupción de menores, dentro del contexto de una red mundial documentada en el libro “Los Demonios del Edén” de la periodista Lydia Cacho.
Desde el 31 de mayo, Succar Kuri había sido ingresado al Hospital General “Jesús Kumate” en Cancún debido a una falla cardiaca, aunque el 6 de junio fue dado de alta. Sin embargo, se desconoce si posteriormente fue trasladado al hospital PlayaMed, donde finalmente falleció el viernes siguiente.
Jean Succar Kuri había sido trasladado previamente desde un penal federal en Chiapas al Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cancún el 9 de septiembre, lo cual generó controversia y críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y de una de sus principales víctimas, Edith Encalada.
El 11 de junio, Edith Encalada había alertado sobre la posibilidad de que se le concediera el beneficio de la prisión domiciliaria, lo cual, según mencionó, se estaba acelerando en un contexto político electoral.
El caso de Jean Succar Kuri ha sido emblemático en México por la gravedad de los delitos que se le imputaron y por la amplia red de influencias políticas y empresariales que se documentó en torno a sus actividades ilícitas, como fue revelado en investigaciones periodísticas y en los procedimientos legales que enfrentó a lo largo de los años.
Su fallecimiento marca el cierre de un capítulo controversial y doloroso para muchas de sus víctimas y para la sociedad mexicana en general, que ha luchado por la justicia y por la protección de los derechos de los menores frente a este tipo de crímenes aberrantes.